Si D.F. Sarmiento re viviera, sin dudas hubiese reeditando en una nueva edición ampliada, de“Civilización y Barbarie”. Un titulo brillante para esta nueva incursión de “la indiada al centro de la urbe”, o mejor dicho al epicentro de la burguesía, o a la ciudad donde día a día se renuevan las aspiraciones pequeño burguesas de una enormidad de gente que espera ese milagro que le permita subir el escalón para una mejor ubicación en la sociedad, o mas claramente al parque indoamericano. Sin embargo éste hecho no fue particular o aislado, sino que tuvo varias repeticiones en distintos lados, tanto en la capital federal, como en el conurbano bonaerense y en algunas provincias.
Está más que claro que nuestro país sufre un déficit habitacional, que es histórico, y que ni este ni los anteriores gobiernos han podido solucionar, en principio porque nunca han tenido esa intención.
Para los sectores mas humildes solo reeditan planes de viviendas llenos de consignas y grande inauguraciones, que nunca son completados por falta de presupuesto y que por otro lado son apenas un paliativo ínfimo para las grandes necesidades de nuestro pueblo.
Para los sectores medios, el otorgamiento de créditos blandos es solo una burla, ya que son tantos los requerimientos de garantías, ingresos y papelerios que es imposible acceder a ellos, salvo para un sector y relativamente pequeño de lo que podemos denominar jerarquía administrativa.
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que una política de subsidios y clientelismo, mantienen lazos de ataduras entre los sectores más vulnerables y el aparato político, que sirve para perpetuar la dominación de los más desposeídos.
No nos olvidemos que existen varios o mejor dicho muchos tipos de subsidios, que van desde pequeñas cooperativas, muchas veces inventadas, hasta el subsidio a la escolaridad, que involucran millones de pesos que se podrían invertir en verdaderos planes de cooperación entre el estado y las familias para la auto construcción de viviendas, por ejemplo , por no hacer una enorme lista de los emprendimientos industriales que se podrían hacerse con semejante cifras, ya que Argentina en la actualidad importa hasta tornillos, o sea un simple pedazo de hierro con rosca, que lleva cero tecnología para su construcción.
Ahora si bien esta claro todo el déficit y la deuda interna que sigue contrayendo el Estado con los ciudadanos de tan rico país, es bastante extraño, este rebrote de ocupas, que podemos decir se da en una situación política y económica de “relativa estabilidad”, y esta claro que compro verduras y carne, bastante poco por cierto, como cualquiera, y veo el aumento de precios a diario, pero así y todo no hay condiciones para estas tomas de lugares públicos.
Porque aparte hay que de alguna manera analizar que no es la forma en que se mueven las personas que hacen de la ocupación de lugares una forma de paliar el déficit habitacional.
No buscan lugares públicos y conflictivos por el contrario intentan buscar lugares fiscales abandonados u fabricas en estado de desmantelamiento y tratan de pasar desapercibidos porque es la forma de sostenerse en el tiempo y lograr un asentamiento mas estable para después si reclamar la titularidad del lugar.
La toma del indoamericano como la de la cancha de Albariño, han sido gestado como un hecho político de envergadura publicitaria y no como una ocupación de pobres necesitados de techo, que sin duda existe y mucha.
A tal punto que en las imágenes reiteradas y en las coberturas esta claro los diferentes grupos y las funciones que cumplen cada uno.
Mujeres y niños inmigrantes hacen la cara de la pobreza y la marginación, los más jóvenes son los que enfrentan a piedrazos a vecinos y policías, y minúsculos grupos de punteros y barra bravas dirigen las negociaciones.
Demasiadas particularidades, actores involucrados que superan ampliamente el rol de los sin techos, lugares públicos que no son los habituales para las ocupaciones, violencia por sobre la negociación, acciones iguales en lugares distantes, coberturas al pie del conflicto, cuantas casualidades que emergen de una situación casi sin precedentes.
La muerte de Kirschner a dejado un vació muy grande dentro de la estructura del gobierno y sin dudas supo posicionarse en todos estos años como el operador político mas hábil y con mas repercusión dentro de sectores políticos que lo han tomado como referente para las negociaciones y su ausencia sede terreno a quienes desde la sombras operan para desestabilizar a CFK.
Para desatar el gran nudo que ataña a los recientes hechos políticos, tendríamos que revisar en la historia mas reciente, cuales fueron las manos negras que incendiaron el gobierno de “de la Rua ” y quien luego de la caída de cuatro presidentes pudo sostener el proceso de “recuperación de las instituciones”, quien digito el asenso de Kirshner y quien en la actualidad esta sembrando su regreso. Solamente una “cabeza” muy hábil y con poder económico que lo respalde (sojeros introvertidos), y con suficientes redes de acción que van desde el control de parte de algunos sectores del aparato administrativo del Estado, pasando por gremios aliados y contratación de la famosa mano de obra desocupada, es capaz de concentrar el poder suficiente para lograr un hecho político de semejante relevancia.
Pero el grave problema que socava a nuestro pueblo, no es éste hecho en particular, ya que desgraciadamente la lucha ínter burguesa se sostendrá en el tiempo, y seguirán generando conflictos tratando de imponer el poder de uno sobre el otro (importadores y exportadores, sojeros e industriales, multinacionales europeas y americanas, etc.), y donde las clases bajas solo obtendrán las migajas que le arrojaran del banquete de la burguesía. El grave problema es todavía la carencia de una organización política que sea capaz de tener una lectura de la realidad independiente de las clases altas, y con la capacidad de crear un proyecto alternativo, superador y distributivo que cubra las verdaderas necesidades de este pueblo maltratado por su pasado y desarmado de futuro.
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