- Contexto Histórico de las Crisis del Capitalismo
Para caracterizar y definir correctamente la etapa actual del desarrollo capitalista, es necesario hacer un análisis pormenorizado de la metamorfosis que han sufrido las fuerzas productivas y los modos de producción, en su continuo despliegue.
Varias crisis -secuenciadas en ciclos cortos y largos- ha padecido y ha debido superar el capitalismo, para poder asegurar su existencia. Luego de sucesivos períodos de intenso desarrollo, sobre todo en los siglos XIX y XX, ha desembocado inevitablemente en una secuencia de progresivas y profundas crisis. Para superarlas no ha sabido transitar otra salida que no fuera exteriorizar las crisis fuera de sus países respectivos, en una compleja red de producción, comercialización y distribución de mercancías, afectando de esta forma a la totalidad de países y poblaciones que componen nuestro planeta -aún con la existencia del bloque socialista- hasta convertirse en el primer sistema económico imperante de extensión mundial.
La primera guerra mundial, la segunda, la crisis del treinta, la crisis del petróleo, la caída de los tigres asiáticos, los “efectos” tequila y similares, el final del “uno a uno” con “corralito” y “pesificación asimétrica” etc. Crisis más o menos graves, unas largas otras cortas. Desplazamientos del centro de gravedad comercial y financiero de Europa hacia Estados Unidos, surgimiento, expansión y posterior extinción de los regímenes políticos imperiales-coloniales, la irrupción del bloque socialista junto con la emergencia del desafío hegemónico mundial, y la respuesta competitiva del capitalismo en la aceleración del desarrollo tecnológico y el colosal impulso dado a la descentralización de la producción, junto con el control monopólico de los mercados de consumo, ahora a escala global. De esta manera, el “capitalismo global” se mostró más dinámico en el desarrollo de las fuerzas productivas y en la reproducción ampliada del capital social que el “comunismo en un solo país”, promovido por la burocracia estatal stalinista.
Todas crisis, transformaciones y revoluciones que han afectado de forma continua la matriz del modo de producción capitalista, la comercialización de sus mercancías y, junto con ellas, las formas de dominación de las clases burguesas en pugna. Pero también estas transformaciones han incidido de forma determinante en las viejas organizaciones que se daban a sí mismos los Estados-Nación y en los “clásicos” modos “multilaterales” en que estos se relacionaban entre sí, transitando diversas fases que van desde el sistema colonial con apropiación directa de materias primas, la dependencia económica de los países de economía extractiva (en vías de desarrollo) basada en la colocación de productos elaborados por las economías industrializadas, y la más cercana -y designada por algunos- integración desigual de Estados centrales y periféricos.
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